Cirugía sin dolor: los efectos de la anestesia general

El Anestesiólogo busca el resultado deseado, graduando el suministro de cada agente en forma muy exacta durante la operación, y no suministra más anestesia que la necesaria.

La anestesia general duerme todo el cuerpo. El paciente perderá la noción y el recuerdo de las cosas que lo rodean o que sucedan durante el acto operatorio. Este efecto se logra con agentes anestésicos que producen rápidamente sueño y lo hace en una forma suave y placentera.

Para su tranquilidad, un dato importante que debe recordar, es que el Anestesiólogo NUNCA administra más anestesia” de la necesaria. El Anestesiólogo busca el resultado deseado, graduando el suministro de cada agente en forma muy exacta durante la operación. 

Frecuentemente, con el fin de que los pulmones reciban suficiente oxígeno, el Anestesiólogo colocará un tubo a través de su boca hasta alcanzar la parte superior de su boca. Este procedimiento lo realizará el Anestesiólogo cuando el paciente esté dormido y, por lo tanto, no tendrá ninguna sensación ni recuerdo de su colocación. De la misma manera el tubo le será retirado antes de que esté despierto, salvo la posibilidad de que quede con tubo, cosa que le será informada, por lo cual, tampoco en dicha oportunidad, percibirá nada extraño que le produzca sensaciones desagradables o incomodidad. Las pequeñas molestias que la colocación del tubo pueda ocasionarle después de la operación (un poco de ardor en la garganta al tragar) son insignificantes en comparación con los beneficios que su colocación aporta a la seguridad de su oxigenación y ventilación durante la operación.

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